¡Ay hermano…!
Es hora de que nuestros corazones vibren,
que nuestros ojos vean
que nuestra voz perdure
y que nuestra santa y sublime himno,
resplandezca al rayar la aurora.
¡Ay hermano…!
Tú, que muerdes el azul del vació cuando tienes hambre,
tú, que bebes el agua del llanto para calmar tu sed,
venga a contarme la armonía de la desventura
y dame la fuerza de tu indómito raza, para luchar.
¡Ay hermano…!
Tú, que cantas el huayno, para olvidar tus penas
Tú, que masticas la coca para aplacar tu rabia,
Conságrala para siempre y ven con migo
a cantar el himno de la nueva proeza.
¡Ay hermano … !
Tú, que compartes un rincón para pasar tus sueños;
tú, que labras la tierra con tus manos callosos,
tú, que tienes el poncho ya haraposo
siéntate junto a mi y compartir conmigo.
¡Ay hermano…!
Tú, que no tienes odio para odiar,
Tú, que no tienes voz para cantar mi himno
nuestro espléndido y maravilloso himno,
toma mis sueños y ven…….
¡Ay hermano…!
Es tiempo que mueran las malditas culebras,
para consagrar nuestro indómito raza.
Es tiempo de que nuestro generoso anhelo,
avasalle el mundo vicioso.
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